En Sorbas, pueblo milenario de tradición alfarera, el hombre levantó casas colgantes aferradas al vacío labrado por el río Aguas, y el agua del subsuelo modeló el Paraje del Karts de los Yesos con sus 682 cavidades naturales que simulan el más bello hormiguero.
En este entorno, el interior de Almería nos muestra la segunda lección de historia antigua, el nacimiento de lo que se ha dado en llamar la Edad del Bronce en la Península, que no sin razón ha sido también denominada cultura argárica en honor al yacimiento arqueológico de Argar (Antas), cuna y protagonista de la cultura que se desarrollará en el sudeste peninsular entre 1900 y 1300 antes de Cristo.
Entre Los Vélez, al norte, y el macizo de los Filabres se abre a modo de sendero de vida la fértil vega del Almanzora. Aquí topamos con Tíjola y su impresionante piscina natural de aguas termales, la Balsa de Cela. Hallamos una región próspera gracias a las canteras de mármol que tienen su epicentro en Macael.
En Serón, tierra de buen jamón, se alza su estratégico castillo desde el que se divisa el reguero vegetal del valle, antaño guardián de las labores mineras que se desarrollaron en esta cuenca y que fueron motor económico del S. XIX pese a los avatares del bandolerismo. Así nos lo cuenta hoy el poblado pedáneo y minero de Las Menas.
El Alto Almanzora presenta un paisaje humanizado de calles estrechas, sinuosas y casi verticales aderezadas por la inmaculada blancura de las casas. Su máximo exponente lo tenemos en Sierro, donde los vehículos a motor, debido a la estrechez de las vías, son completamente inútiles. Parar en Purchena es acercarse al pasado para participar en sus curiosos juegos deportivos moriscos de Aben Humeya, eslabón perdido y encontrado entre los Juegos Olímpicos de la Antigüedad y las Olimpiadas de «la era moderna». Arriba, en lo más alto, podremos atisbar la línea de castillos, atalayas y torreones que guarecían el paso natural del Almanzora hacía el Mediterráneo. Una vez superada la belleza pétrea de Bacares, ahora si en la cima, nos acercamos al Observatorio Astronómico de Calar Alto, donde podemos advertir la limpia pureza de su aire.
Rumbo norte, se levanta la monumentalidad arquitectónica y paisajística de la Comarca de los Velez bajo la sombra protectora de la nevada Sierra de María. La áspera belleza de este macizo contrasta con el majestuoso castillo-palacio renacentista de Vélez Blanco, de exquisita conservación, a cuyo cobijo se encomienda el caserío, una gran riqueza hídrica y la tercera lección de prehistoria andaluza. Aquí descubrimos el arte rupestre presente en la Cueva de los Letreros, de donde procede el famoso «Indalo«, símbolo universal de Almería. A los píes del monte Maimón se ubica Vélez Rubio, con sus casas señoriales e imponente Basílica de la Encarnación. En el camino que nos aleja de Andalucía y que nos conduce a Murcia, Cuevas de Almanzora exhibe al viento su bello castillo-palacio edificado en el S. XVI por el Marqués de los Vélez, compartiendo con Guadix el más que notable barrio-museo de casas cueva.
El Turismo en el litoral almeriense
Cuando la brisa marinera empieza a notarse en el ambiente, el parque natural marítimo terrestre de Cabo de Gata – Níjar nos propone pasear entre su luminoso y encantador urbanismo típicamente andaluz. Alli visitaremos su bien conservado aljibe romano sin olvidarnos de las minas de Rodalquilar, la línea defensiva de castillos, baluartes y atalayas que han defendido el litoral mediterráneo de la piratería berberisca, con la batería de Los Escollos como máximo exponente, y aviarnos de la tradicional jarapa. Buen colofón para nuestro viaje, será impregnarnos de la luz del ecolitoral del Cabo de Gata, su faro y salinas, reserva de alta protección para las aves. Será la mejor despedida de nuestro viaje por tierras de Almería, viajando hacia poniente, como los últimos flamencos que, todas las noches, al caer el sol, desde las salinas del Cabo de Gata emprenden vuelo hacia las lagunas del norte de la provincia de Málaga.
En este posts hemos hablado de las siguientes ciudades: Sorbas, Argar, Tíjola, Macael, Serón, Las Menas, Sierro, Purchena, Bacares, Vélez Blanco, Vélez Rubio, Cuevas de Almanzora y Níjar.