Cuando hablamos con nuestros clientes sobre la posibilidad de realizar una tienda online de los negocios, para poder estar presente en Internet en todo momento una de las preguntas mas comunes que recibimos es: Y a la hora del pago, ¿qué? ¿qué posibilidades hay? ¿Es seguro?
Nuestra respuesta siempre es la misma: Si, es seguro siempre que lo hagamos correctamente.
Existen una gran multitud de empresas que ofrecen sus servicios a la hora de realizar el pago online, pero sin duda las entidades bancarias se llevan la palma en seguridad, por lo que deberemos confiar en ellos para nuestras ventas por Internet (además, ya sabéis que ellos encantados, más dinero para los bancos)
Pagos Offline
Los pagos offline implican que el propietario de la tienda tarde en recibir su dinero y el cliente, también tarde en recibir su producto, ya que el propietario de la tienda no mandará el producto hasta entonces.
Pago por transferencia bancaria o Ingreso en caja
No implica riesgo para el propietario de la tienda, ya que hasta que este tenga su dinero no realizará el envío del producto. Desgraciadamente, implica que el cliente tenga la posibilidad de echarse atrás en la compra. Internet tiene un alto grado de inmediatez: lo veo, me gusta, creo que no es caro, lo compro. Si a esta ecuación le incluimos la variante del tiempo que tiene el usuario para comprar, muchos de ellos se echarán atrás, por lo que perderemos una venta casi segura. Además, para el usuario, implica, a su vez, un grado de desconfianza: ¿voy a ingresarle el dinero sin más? ¿Y después que? ¿Cómo se que me llega el producto?
Pago por cheque bancario
Muy común un tiempo atrás, cada vez está menos usado por que los usuarios no están acostumbrados a desplazarse a correos, ya que cada vez se realizan menos envíos postales. Tiene una desventaja más que en el caso anterior, y es que se incluye un tercer personaje en la transacción, el servicio postal intermediario, con sus pérdidas y sus retrasos.
Pagos Online o pagos por sistemas electrónicos
Los pagos online tienen la inmediatez como mayor aliado. Como dijimos en el capítulo anterior: lo veo, me gusta, creo que no es caro, lo compro. Además proporciona una gran seguridad al cliente, ya que un posible error en la facturación es fácilmente subsanable con una simple llamada a su entidad bancaria. En Internet, como siempre hemos leído, está a un solo clic, tan solo tienes que clicar y tendrás (si puedes costeártelo) todo lo que quieras.
Actualmente tres modalidades de pagos online para comercios electrónicos se conjugan. A grandes rasgos:
Cheques y órdenes electrónicas: con un bajo coste de procesamiento y una baja incidencia de fraude, tiene como principal característica la seguridad que otorga la firma digital. El problema es que aun no se ha implantado ni en la administración ni en muchas de las casas de nuestros probables clientes.
Tarjetas de créditos: el concurrente y omnipresente “dinero de plástico” es el sistema más utilizado en Internet. Estas transacciones presentan un cifrado asimétrico y simétrico para aumentar la seguridad y la mayoría están reguladas por el protocolo SET que le otorga un alto nivel de seguridad.
Dinero electrónico: en un mundo invadido por teléfonos móviles, iphones y blackberrys el dinero electrónico cobra una mayor fuerza. A grandes rasgos se basa en la recarga de una tarjeta que funciona como “monedero virtual” y permite al usuario el disponer de el en determinadas webs. Normalmente, su utilización viene asociada a un dispositivo móvil que se recarga y que se utiliza, junto a una llamada telefónica de autorización, con lo que el número de tarjeta de crédito no “viaja” por Internet. Dos grandes compañías conjugan gran parte del cliente: PayPal (www.paypal.com) y Google Checkout (en países anglosajones) En países hispanoamericanos, como Argentina, existe Pago Facil (www.e-pagofacil.com)