En diez puntos te voy a desmontar el tendencioso informe de OCU sobre las cremas antiarrugas. Si tienes en estima tu piel, yo de ti me lo pensaba.
Hoy he leído la noticia de un nuevo estudio comparativo de la OCU sobre cremas anti-arrugas y al leerlo me he sorprendido enormemente al ver lo sesgado que es y de cómo llegan a conclusiones tan contundentes partiendo de premisas erróneas. Realmente no podría haberlo hecho sin contar con mi esposa, farmacéutica de carrera, que también ha puesto el grito en el cielo.
Nos preguntamos si otros estudios de la OCU, en materias para nosotros desconocidas, nos habrán manipulado también, dándome conclusiones tan falsas como la de este «estudio» y consiguiendo que nos los creamos porque la OCU da «confianza».
Errores del «estudio» de la OCU sobre cremas antiarrugas
I. Ranking para socios
El ranking no lo es tal, sino que de lo que se han hecho eco los medios de comunicación es de una nota de prensa, donde no ponen cual es el ranking. La nota de prensa dice: «nuestro análisis demuestra que la mejor de las analizadas es una crema que cuesta apenas 3 euros…»
Aun así, el «estudio» es de pago. Pago mis 2€ y accedo a una comparativa de los 14 productos y a las premisas en las que han basado el estudio. Además, los productos aparecen ordenados de menor a mayor precio y no el ranking final del estudio lo que puede dar lugar a error.
II. Elección errónea de la muestra
Todo estudio, por pequeño que sea, tiene que tener la muestra muy clara. Solo en farmacia (con lo que eso significa) pueden existir 300 cremas antiarrugas de decenas de marcas. Tomar una muestra de 3 cremas antiarrugas de farmacia es, cuando menos, quedarse a años luz de una muestra correcta.
III. Elección del tipo de piel
Dicen que eligen 14 cremas antiarrugas para todo tipo de pieles pero al menos dos de ellas son específicas para pieles mixtas con lo que si esa crema se aplica en una piel seca no va a aportar toda la hidratación que esa piel necesita y la consumidora no sentirá confort en la piel y el resultado objetivo que mide la capacidad de hidratación de la piel será desfavorable para estas cremas.
IV. Parámetros objetivos que no se tienen en cuenta y son igual de importantes.
El otro parámetro objetivo de medición del estudio es la reducción de la profundidad de las arrugas. Muchas de las cremas en estudio tienen, además de efecto antiarrugas, efecto antiflacidez o antimanchas que no se miden ni se valoran.
V. Edad de las personas del «estudio»
Cada crema fue probada en 30 mujeres edad entre 31 y 70 años. Cada laboratorio posiciona sus cremas en una franja de edad mucho más estrecha que la de este estudio. Hay cremas orientadas a primeras arrugas, otras a arrugas más avanzadas y otras para pieles maduras. Si se aplican cremas a pieles con edades distintas a las que el laboratorio estudió, es normal que los resultados no sean los mismos.
Vamos, que si tienes 60 años y te pones una crema antiarrugas para una mujer de 30 ten por seguro que no te va a reducir nada.
VI. Error en la zona de estudio
Las mediciones se realizan en la zona periorbital (junto a los ojos, la zona de las «patas de gallo», cuando sería más lógico usar cremas contorno de ojos en esas zonas. Es decir, que las mujeres que participaron en el «estudio» se están poniendo cremas antiarrugas en otro sitio diferente a donde tienen que hacerlo.
VII. ¿Se ha controlado la higiene en el estudio?
Hay un factor del que depende mucho el resultado de un estudio de este tipo y que, al parecer, no han controlado o, al menos, no lo dicen en el estudio: los rituales de higiene de las consumidoras. Para que una crema tenga su efecto máximo tiene que poder penetrar en la piel y, para ello, la piel tiene que estar bien limpia antes de su uso con un producto apropiado a cada tipo de piel.
VIII. Error en el ciclo de medición
El estudio se hace con mediciones al inicio y a las 4 semanas que es el tiempo que dura un ciclo de regeneración de la piel. Este ciclo se alarga conforme nos hacemos mayores así que los resultados vuelven a no ser comparables en las distintas edades. Por no hablar de que la mayoría de los tratamientos antiarrugas sus resultados se ven en una horquilla de 2 a 3 meses.
IX. ¿Y a largo plazo?
Existen infinidad de estudios a largo plazo en la piel. Cuantas veces hemos visto que artículos recomendados por la OCU como «los mejores en el estudio» una exposición prolongada producen efectos nocivos en la piel. ¿Conoceis las sustancias tóxicas que se inyectan en la piel para conseguir una piel tersa? A largo plazo, si no están bien aplicados o se abusa de ellos, sus posibles efectos pueden ser devastadores. No se hacen estudios de posibles efectos a largo plazo sobre la piel.
X. ¿Como se mide la textura, aroma, absorción, untuosidad, sensacion…?
En un estudio de este calibre, valorar las propiedades cosméticas como textura, aroma, absorción, untuosidad, sensación en la piel… es un error de bulto. Estos son valores subjetivos de las consumidoras. Si la crema no está bien elegida para un tipo de piel o una franja de edad adecuada, probablemente no le guste la sensación que le deja en la piel. ¿Que no huele bien? Normal, puede ser que no tenga perfumes para minimizar alergias o por estar orientada a pieles sensibles, o puede que no le guste el aroma (si no me gusta el olor a coco, no me va a gustar una crema con olor a coco).
XI. Comparar churras con merinas.
O como un índice de protección no es comparable a otro
Comparan los filtros solares de las distintas cremas. La mayoría de fabricantes europeos se acogen a la normativa COLIPA para la medición del índice de protección solar de las cremas pero no es una normativa obligatoria. Hay muchos fabricantes que pone índices basados en otros métodos por tanto no son comparables 2 cremas con índice de protección solar 15 si no se miden por la misma normativa. Vamos, que en la OCU han dicho que 1 centímetro y 1 pulgada es lo mismo. Además un índice de protección 4 u 8 es insuficiente para proteger la piel del envejecimiento que le provoca el sol. Los que llevan índice 15 son apropiados para pieles más bien oscuras, en invierno y sin problemas de manchas. Muchos laboratorios no ponen filtro en sus cremas porque recomiendan combinar su crema con filtros más altos que no admiten la cosmeticidad de la fórmula.
Conclusiones: OCU, nos estás mintiendo
Ahora hay que saber si lo haces consciéntemente o ha sido una gran cagada
No pueden decir que los laboratorios prometen más de lo que realmente se consigue con estas cremas porque algunas no prometen nada ya que los laboratorios no realizan estudios con ellas y los que si los realizan los hacen en condiciones diferentes, más concretas y controladas (tipo de piel, franja de edad…) y muchos de ellos hacen estudios para pieles sensibles, reactivas, alérgicas, intolerantes… y no se tiene en cuenta para valorar la calidad de las cremas.
Además, en el mercado hay muchísimas más cremas que las que hay en este estudio como para afirmar que la mejor opción de compra es la crema antiarrugas del supermercado.
Creo que es arriesgado transmitir a los consumidores que la crema del supermercado es la mejor para todas la pieles. Gran parte de la población necesita usar cosméticos con estudios que le garanticen la salud en su piel a corto y largo plazo. Los laboratorios con los que se trabaja en el canal farmacia dan esas garantías y, si aún con todos los estudios previos, algún consumidor presenta alguna reacción anómala en la piel, la oficina de farmacia notifica al laboratorio que analiza la crema en cuestión, e incluso, se pone en contacto con el consumidor afectado, se le abonan consultas de especialistas, dermátologos de carrera, cuyos estudios si que sirven para hacer un ranking.
El informe de la OCU sobre piensos para perros también es de risa, es más antiguo pero lo encontré en internet hace cosa de un par de años y desde de entonces esos informes han perdido toda credibilidad para mi.
Pero lo que me asusta es que la mayoría de las personas no pierden su tiempo buscando información para conocer más un producto y dan ese «estudio» de la OCU por bueno.
Señor Muñoz, ¿usted tiene entre sus clientes a algún laboratorio o empresa dedicada a la belleza o industria relacionada? ¿Alguien que haya sido potencialmente perjudicada por el estudio de la OCU?
El dato creo que es imprescindible para poder poner en contexto frases tan harto discutibles como «Los laboratorios con los que se trabaja en el canal farmacia dan esas garantías (…)».
No, no tengo ninguno, pero intentaría no hacer falacia ad hominem sino rebatir los puntos que recojo. Sería una conversación mucho mas enriquecedora para todos.
Gracias por la aclaración, entiendo entonces que de alguna forma la orientación de este artículo sí que es interesada.
Mi intención no es rebatir técnicamente lo que dice, sino situar las cosas en un contexto. Desde luego, creer en la autoregulación del mercado, con los laboratorios al frente, me parece un absoluto disparate, al igual que frases como «No pueden decir que los laboratorios prometen más de lo que realmente se consigue con estas cremas porque algunas no prometen nada».
¿Estos productos no prometen nada? Sólo hay que echar un ojo a la publicidad para ver qué es lo que prometen -según la ley, las características anunciadas de un producto pesan tanto como si figurasen en un contrato-, y solo hay que tener una mínima base científica para darse cuenta de que esas promesas son directamente mentiras tan grandes que darían mucha risa, si no costasen tantísimo dinero a su clientela: sustancias capaces de penetrar la epidermis… que te hacen 10 años más joven en 15 días… ¡que regeneran tu ADN!… etc. etc.
En otras palabras, mi confianza en las promesas de los laboratorios es similar a la que tengo en los programas electorales. Y la que tengo en las farmacias es similar, desde que éstas se llenaron de power balance y productos milagro similares.
En fin, que ojalá sigamos sabiendo de la OCU y de cualquier otro ente independiente. Los resultados de sus estudios serán discutibles, pero serán de los pocos que denuncien a los todopoderosos laboratorios ante atropellos que nos cuestan tan caros como este mismo: http://www.elmundo.es/salud/2014/04/25/535928d4e2704eea238b456e.html
Entonces no has leído ni siquiera el artículo Jotaeme. Lo dice bien claro en el encabezado.
Pero vamos, que si no te parece oportuno rebatir técnicamente lo que dice, bienvenido y escribe todo lo que estimes oportuno. Situar las cosas en un contexto es lo que he hecho yo con el artículo de opinión. Ahora bien, si quieres darle valor de dogma de fé a lo que dice la OCU, adelante, no seré yo quien te diga lo contrario.
Y, efectivamente, algunos laboratorios no aporta ningún tipo de estudio a las cremas y, efectivamente, esas cremas se venden en supermercados de bajo coste. No se si tengo que recordarte la retirada de productos de otro supermercado similar de bajo coste por no hacer este tipo de estudios y demostrarse que los productos eran perjudiciales para la salud.
Te cito: Los resultados de sus estudios serán discutibles pues eso es lo que estoy haciendo en este artículo: poner en duda la tontería de que la mejor crema del mundo es una de 3 euros. Ahora bien, si no quieres ver mas allá, ya está, no seré yo quien te haga entrar en razon.
Por cierto, el artículo que me has pegado no tiene nada que ver con esto. Es una cuestión de competencia. Pero gracias…
¿Es una cuestión de competencia? Sí, y de crear un despilfarro a la Sanidad pública espectacular, cuyo ahorro bien podría evitar ciertos recortes dramáticos. O sea, es un buen ejemplo de las consecuencias de la autoregulación en el mercado de los cosméticos que el post parece defender o insinuar.
Y, más que darle dogma de fe a la OCU o a nadie, mi intención era comprobar cuál era la fuente de la información del post, teniendo en cuenta que ésta es algo esencial para comprender su tono y mensaje, algo que se entendía muy bien cuando existía el periodismo científico (o cuando existía el periodismo, a secas), pero que definitivamente se ha perdido en el mundo de los blogs.
No se tome a mal que no entre en discusión técnica, pero realmente no tengo el tiempo suficiente para ponerme a buscar documentación para tener una discusión con un mínimo rigor (como sabe, en el mundo científico, al revés que en tantos otros, de nada sirve asegurar verdades tan rotundas como las de su post sin exponer los estudios o pruebas en los que se basan).
Por ejemplo, usted mismo me previene de no caer en falacias ad hominen cuando dice textualmente:
«Cuantas veces hemos visto que artículos recomendados por la OCU como “los mejores en el estudio” una exposición prolongada producen efectos nocivos en la piel».
¿En serio? ¿Algún ejemplo o prueba de esto para que el ad hominem tenga un mínimo de concreción?
¿Es una cuestión de competencia? Sí, y de crear un despilfarro a la Sanidad pública espectacular, cuyo ahorro bien podría evitar ciertos recortes dramático
El precio de los MEDICAMENTOS los pone el gobierno en función del coste de los estudios. Si nadie estudia, no se sacan nuevos medicamentos para luchar contra las enfermedades. ¿La investigación pública? Sería lo ideal. Pero no lo es.
¿Periodismo científico? No lo es ni lo pretende. Insisto: Este artículo lo que pretende es demostrar la parcialidad y no veracidad del «estudio» de OCU. Si no vas a contrarrestar ninguno de los puntos, correcto. Este artículo pone, efectivamente, el ojo encima del «estudio» de la OCU donde se han saltado TODOS los mínimos de los estudios técnicos.
Falacia ad hominem
Temo, por lo que dice, que no se haya leído usted la noticia de Roche y Novartis, que nada tiene que ver con el precio regulado, sino con dos laboratorios que -siempre presuntamente- acuerdan presentar el medicamento más barato para que el Estado utilice el que es 100 VECES MÁS CARO (y que, por supuesto, pagamos todos nosotros).
Sáquense las conclusiones oportunas sobre la ética de los laboratorios o de los riesgos de dejarles autoregularse.
Conozco perfectamente la falacia en cuestión, así como otro puñado de figuras de la retórica, de ahí que le preguntase con curiosidad: ¿cuáles son esos otros tantos productos alabados por la OCU que tras una exposición prolongada resultan perjudiciales?
– Mira el bosque
– Yo lo que veo es un dedo
Y así con todo…
A ver, acepto que dé a entender que soy tonto, incluso utilizando una metáfora tan sobadísima que quizás fue brillante el siglo pasado pero carece ya de toda gracia, pero insisto en saber cuáles son esos productos alabados por la OCU que tras una exposición prolongada resultan perjudiciales, citándole casi literalmente.
De hecho, si usted supiese algo al respecto e insistiese en guardar silencio, me parecería de una irresponsabilidad enorme.
Me ha sorprendido leerte y darme cuenta de que no soy la única que ve muchas zonas oscuras en ese estudio. Me permito compartir tu artículo porque deja en evidencia lo poco críticos que somos. ¿A nadie mas le ha llamado la atención que no se especifique cual es la «crema de control, de eficacia probada»? Que a menudo pagamos la marca? Cierto. Pero esos tres euros en los titulares son tan jugosos, que la cremita de marras esta agotada en todas partes. Porque como he leído a muchas señoras «por si acaso yo me la he comprado». ¡Borregos que somos!
Borregos y poco dados a leer, me temo, Elisa. Gracias por compartir y por cuestionarte tu también estas cosas.
No puedo estar más de acuerdo con Jotaeme.
Sr. Muñoz y Sr. JM:
Como consumidora de cremas desde los 25 hasta los 58 años que tengo, y sin entrar en «disquisiciones bizantinas» sobre los beneficios que buscan todos los laboratorios y, sin tener tiempo de aplicar esos 10 puntos cada vez que tengo que comprar una crema, este estudio me CONFIRMA dos aspectos que ME PARECEN INTERESANTÍSIMOS para cualquier usuario/a de cosméticos faciales:
A) NINGUNA HACE MILAGROS..
B) Si ninguna hace milagros, LLÉVATE LA MÁS BARATA y con lo que te ahoras en 35 años te haces un «liftin» a los 60. (O vas tan digna con tus arruguitas y te lo gastas en un viaje a Hawaii, que es lo que pienso hacer yo).
Un saludo.
Genial razonamiento!
Sr. Muñoz:
Muchas gracias por el artículo, al fín un poco de razonamiento crítico. Yo que soy por naturaleza desconfiada de todo lo que se anuncie como «milagroso» no doy crédito ante la locura suscitada por la dichosa cremita de 3€. ¡Hasta las cajeras del supermercado estaban haciéndose cruces! Me pregunto, al hilo de los comentarios que hace el Sr. Jotaeme sobre intereses partidarios, si el LIDL habrá puesto sobre la mesa de la OCU alguno de esos «sobres» que están tan de moda hoy en día…
Un saludo.
Tito Protestón; yo no soy farmaceútica ni licenciada en no sé qué….pero para saber que una crema de 3€ no puede ser la mejor de entre otras…no hace falta hacer otro estudio.
jajajjajaja. Pero mola.
Gracias.
XD
Yo prefiero mi crema anti-arrugas de Monsia.